AJEDREZ

jueves, 3 de abril de 2008 | |

Yo escribo, y recuerdo poemas mustios,
que no logro olvidar, a un costado del
tablero de ajedrez; en el que siempre
perdemos la partida, con un amigo
vendedor de seguros...
Que en sus tiempos mozos,
fue vigilante en la cárcel del pueblo...
Entonces del mismo modo me ataca
la nostalgia, al evocar el suicidio del
poeta Manuel Estevez, con quien en
pretéritos otoños soliamos recorrer la
ciudad aletargada; con versos bajo el brazo,
gimiendo, capitulando, para arribar a la
cantina del " Yugoslavo", continuando
allí nuestras cuitas, lidiando con el
amanecer y la existencia....
Y hoy en medio de los textos diseminados,
observo como el aura dibuja sombras,
en el murallón de enfrente, por aquel
tiempo todo era iconografias de días
memorables, que merodeaban perdiéndose,
en el registro esplendoroso de la memoria,
ahora contemplo las aspas del molino,
del ignoto reino de los pájaros, donde
atesoro revistas antiguas, cubierta de polvo

de estrellas, y signos ilegibles; y agrego
a este poema, las ficciones donde asoman
sueños extraños, asediados por una mano con
anillos verdes, amarillas zarpas, que emerge del
tablero, en el intervalo exacto en que yo y Estevez,
arremetemos la purpura columna del rey...

0 comentarios: