Salida de Casa. -previsualizado-

lunes, 13 de octubre de 2008 | |

4 paredes un solo mundo

miércoles, 1 de octubre de 2008 | |




En el día de las artes visuales recibí la invitación del Artista Felipe Rojas para ir a quillota a ver la instalación “RIO AQUÍ” construida por él y el “Centro de Promoción de Salud y Cultura” ( Promo), obra que me pareció de un poder y una ejecución excelente, además asistí a una mesa redonda, de la cual no tenia conocimiento previo, esta también estaba enmarcada en la fecha celebrada, el tema de de tal mesa era la identidad, cosa rara pues pensé en un principio que trataría sobre las artes visuales, lo primero que me llamo la atención fueron las obras expuestas en el espacio donde se efectuaba esta “conversación” las cuales eran de una categoría baja y mas que nada extraña.

No conocía a ninguno de los expositores y no tenia por que conocerlos, y la verdad de exposición no vi nada, solo un montón de frases de las cuales ya estamos cansados, mas aun se hablaba de una identidad inexistente para el Arte. Todo se volvió aun más extraño cuando la gente participante comenzó a “reflexionar” con lo cual se confecciono la ensalada más pobre y freack que se puede llegar a pensar.

La idea de identidad la verdad era una idea entupida para tratar, por favor si había que hablar de algo, este tema debía ser el Arte, así de simple, o por ultimo que hubieran hablado de cómo no arruinar una obra con marcos tan feos como los que vi esa tarde, bueno cada obra se merece su trato.

Por supuesto no hable nada en tal mesa, solo me fije que mientras estos tipos hablaban de su identidad o de la identidad, en una pantalla se mostraban imágenes obras de Goya, Gaudí y distintas obras de museos Europeos. En buen chileno debo decir, buena la huea, una mesa sobre la identidad del pueblo y mostrando imágenes que nada tenia que hacer en ese lugar, un minino respeto con Goya y los maestros del viejo continente.

Si para ellos la identidad era retratar una fiesta chilena allá ellos. Sin importar el tema la técnica o el estilo, la identidad sin lugar a dudas es otra cosa, y bien lo sabían ya que estamos en chile, por ejemplo la generación del 13, Roberto Matta, Eugenio Ditborn, y tantos otros. Me pondré en el caso del paisaje ya que ese día se hablo mucho de unas obras de un supuesto estilo paisajista, la identidad en el paisajismo es el modo de cómo el artista plasma su propia identidad en aquella obra, no si esa obra representa o no algún tema criollo, ese es el equivoco garrafal de los malos artistas, y que en los pueblos mas pequeños hacen de las suyas, sabiendo el mal gusto y la poca educación de la gente en relación al Arte en general.

Además es necesario señalar la categoría de gente que esta a cargo de las instancias plásticas y artísticas en las ciudades mas pequeñas del país, cargos políticos representados por personas que poco saben y solo hacen que este bien tan preciado siga envuelto en la mediocridad.

Así y todo a 3 metros de distancia de tan fea situación se encontraba una gran instalación, cuyo principio era una respuesta mas que contundente a ese dialogo de sordos, y una excelente señal de que si hay organismos que están trabajando seriamente por un porvenir mayor y mejor, para la ejecución de las distintas disciplinas artísticas.

un dos tres Y

martes, 15 de julio de 2008 | |


Este mate no merece ni un sorbo más
este cigarro
una fumada
esta botella su regalo

a esta noche no le quedan horas
a esta pieza
sus paredes

a este sol, no le debo respeto
esta calle
las mugres

hace 40 días
la misma música
mismos números

nada parecería incierto
si preguntaras las notas

nada parecería correcto
si te trajera nuevamente y como numero de diversión

estaría perfecto
si dijera sí

todo seria mas común y corriente
si todo pareciera una pista

ella y como las otras supo precisar el día
la hora
y el terreno establecido
minuciosamente las palabras a sortear
el peinado en el cabello
la ropa ajustada
método perfecto

en 2 minutos mas
yo quedaría sorteando la replicas
pactaría una ultima apelación.

disociación es parte de la humildad

Humanidad

Ya lo se, cuesta creerlo.

Todos Somos Del Sur.

martes, 13 de mayo de 2008 | |



En 1997 empecé a leer a Jorge Teiller, yo antes de leer a Teiller leí a Bukcowsky, y antes claro, a Baudelair y Poe, y en fin, Stevenson, y todo lo que se lee cuando se es un niño mas bien retraído, y con una imaginación fecunda como tenia yo en mi infancia. Pero el asunto es que llegue a Teiller, casi al mismo tiempo que llegue a Linh, y ambos me produjeron un efecto como de despertar a la ciudad, me produjeron una inquietud que me saco a las calles, me hizo buscar rastros en los lugares donde transitaron estos poetas, y el recorrido de rigor partió en la Biblioteca Nacional, donde mire diarios buscando las noticias de las muertes de ambos poetas,(tiempo después leí un poema de Bertoni donde cuenta que el día en que murió Teiller, solo aparece en primera plana una noticia sobre Bam Bam Zamorano, lo que es cierto). Recuerdo haber leído pequeñas notas donde se informaba sobre la muerte de Teiller, en el diario la Época incluso se publica una suerte de homenaje en el día de su entierro. De Linh no encontré nada, no se si fue por mi impericia, o si efectivamente no aparecía nada, lo que no seria de extrañar si pensamos en la prensa de la época, pero en fin, los recortes periodísticos fueron mi primera estación en esta búsqueda de quien sabe que, yo no lo tenia claro, era como una aventura o una investigación, como buscar a un familiar largo tiempo perdido, recuerdo haber caminado por el centro observando todo, donde las lecturas de Edward Bello , de Marín, de Gumucio e incluso de Contreras o Fuguet tomaban otro sentido, aparecían sus textos, con sus falencias o virtudes, a la luz de la ciudad, y la ciudad en esas semanas se fue transfigurando para mi, y ya no era Santiago un lugar mudo, pero esa voz o tal vez seria mas preciso decir ese murmullo era solo literatura. Por lo que inevitable fue un día decidirme a visitar los bares que se mencionan en los textos de Linh pero sobre todo en los textos de Teiller, por lo demás había uno que me fue muy fácil de encontrar, me refiero a La Unión Chica, entrar por primera vez, a la luz de lo que se contaba de ese lugar me hacia sentir que había encontrado algo, una pieza de la historia, ya no solo del poeta sureño, sino que de parte de la civilidad santiaguina. Tal vez ese fue el inicio de mi afán por recorrer y descubrir bares, estos eran como dice Piglia, nuestros barcos balleneros a la manera en que eran los barcos balleneros para Melville, o bien las naves desde donde despegar, o tan solo un refugio. En ese tiempo el lugar de moda era el bar Liguria, todos preponderaban sus virtudes culinarias y su atención, lo cierto es que lo visite un par de veces, y no podría ponerlo por encima, por ejemplo, de La Piojera, podrán decir que es una cosa de gusto pero en los bares también existe una suerte de filiación, y ambos bares tienen un símbolo social distinto, por mucho que La Piojera sea un lugar para el turismo, como una especie de lugar arqueológico que se visita para tener una idea de lo que fue Chile, creemos que ese espíritu pervive en las calles aun, y si bien vive bajo una amenaza, aun brillan sus fulgores, me refiero a una manera de vivir la civilidad, a una manera de ser gente común, que si bien no es todo lo que se aprehende en la poesía de Enrique Linh, si es una de las cosas que va dejando, al igual por cierto en la poesía de Teiller. Hoy escribo esto, para comentar la desaparición de tres bares secretos, de tres bares emblemáticos, de la desaparición de una parte de la trastienda de la historia de los últimos decenios; El bar Ingles, ubicado entre la calle Bandera y la calle Agustinas, en el subterráneo de una galería, llevaba ochenta años funcionando, tenia una barra como traída directamente del far west, era de los pocos lugares donde se bebía sin ruidos televisivos o de algún molesto e histérico wutlirser, por lo demás era un bar sin ambigüedades, ahí se iba a beber solamente, nunca en los cuatro años que lo visite se intento buscar el éxito ofreciendo combos o promociones bobas, el lugar, si podías apreciarlo, te proponía una manera distinta de relacionarte, de una amabilidad que desaparece junto con este lugar. El City bar, y su puerta giratoria te invitaban a un viaje, este era el bar del Hotel City, que en algún tiempo tuvo mejor suerte y mas esplendor, sin embargo su bar persistía con su elegancia y distinción que los años no le quitaron en nada, beber una cerveza ahí lograba abstraerte de la fealdad circundante, añorar mejores tiempo, pensar en los viajes que nos esperan, sentir una extraña nostalgia, y tal vez emborracharse sin remedio. El bar de los Canallas, debe ser tal vez el mas conocido de los tres, su contraseña que en estos tiempos solo era un remedo de lo que algún día significo, lo que albergo con su aire de escondite, si bien nuestra generación no lo vivió directamente. Se llegaba o por la curiosidad que provocaban los nombres de sus tragos, anunciados en unos carteles sin pudor (por ejemplo, el vitalicio, el vietnamita etc.), hasta la entrada y la mencionada contraseña, una vez adentro las fotos y rayados, y todos los recuerdos que eran reconocibles para cualquiera que este enterado de los sucesos acaecidos en Chile en los últimos 35 años, si bien este bar tenia un aire distinto a los otros dos, digamos un signo mas contingente, mas en relación con la urgencia, no deja de ser penosa su desaparición debido al lugar que había pasado a ocupar en el imaginario publico, y a la cantidad de recuerdos que seguramente acumulaba.
La unión Chica persiste aun, con su historia y sus leyendas, lugar que no solo albergo al poeta Jorge Teiller, sino que también fue un lugar de reunión y refugio para diversos poetas y artistas, o gente que escapaba del horror cotidiano, actualmente es un lugar visitado mayoritariamente por empleados públicos, o jóvenes estudiantes que al igual que yo un día, buscan encontrar algo de la leyenda que se forjo en ese lugar, también sigue en funcionamiento la Piojera, y hace unos años se reabrió la confitería Torres, lugar mencionado mas de alguna vez en sus crónicas por Edward Bello, existen otros lugares, como el Hoyo en Estación Central, o por el mismo sector, Los Compadres, y bueno así podríamos seguir sumando lugares que generan una manera de ser en esta ciudad, lugares donde iremos a brindar por los bares desaparecidos, o tal vez seria mas preciso decir, por los bares abandonados en el horizonte de nuestra historia común.

La noche de un lanzamiento o los estragos de la luz.

domingo, 13 de abril de 2008 | |



Luego de recitar en el lanzamiento de la Antología “Carta de Ajuste” un tipo de los presentes me felicita, me dice ¡ me gustaron tus poemas loco! No recuerdo con que cara lo mire. Ocurre que no estaba para pana feliz, quizás un poco contento, luego este tipo un hippie me imagino de la Upla, me pegunta si siempre escribo así, le respondo que parece que si. Bueno no creo que siempre escriba igual, eso seria arto fome, me hartaría de un tiro, de echo no estoy tal lejos del hastío, no escribo un poema hace unos buenos meses. Bueno luego nos fuimos a beber unas cervezas a un bar con los amigos, no con los poetas, me imagino lo fome que hubiera sido si hubiera de ir con los poetas.

Ocurre que en la espera del lanzamiento en un salón que arto me costo encontrarlo, se me sentaron dos “poetas” al lado, uno del playa (totalmente descartable) y otro de una zona desconocida, me pregunto por mi nombre, respondo con mi nombre de pila, me miro extrañado, luego le dije mi seudónimo, y recordó una columna que yo escribí en un periódico hace ya arto rato, me dijo que no le había gustado pues yo hablaba en contra de los petas, le dije que simplemente era su opinión, cosa que mas lo descompuso, no se que onda, si quería pleito o hacerme ver lo errado que estaba luego le consulte donde estudiaba, y las cosas me quedaron mas claras.

Bueno con todo ese tedio, me puse nervioso antes de leer, era de ser así, pero mis buenas amistades salvaron ese preámbulo rarísimo, en donde yo me sentía como mojón en lavamanos.

Esa noche como dije antes nos fuimos a beber una cervezas, con mis amigos del grupo mediocre y lo pasamos bien, como siempre, reímos, conversamos, y bailamos un poco, nada de intelectualidad ( primer pecado) nada de poemas (segundo pecado) es mas las conversaciones siempre son mejores cuando nos reímos de nuestros propios rollos artísticos.

Okay les contaba que mi alegría no era completa, ni se por que, puede ser que sea completa ciando el libro sea absolutamente mió y en verdad eso es lo que realmente quiero, aunque no se que chucha hablaría si estuviera en un lanzamiento de mi libro, haría primero el cóctel o le pagaría a un doble para que se hiciera pasar por Rovira. Quizás la cosa sea mas gruesa, puede que el tedio venga de las pocas ganas que tengo de conocer de hablar de relacionarme con gente que no me interesa conocer, no ando buscando amigos por la vida, tengo los suyos y ya esta, esa es la cosa, y con ellos puedo desangrarme tranquilamente, sin ser patético o quizás si pero no importa. Lo único que realmente me importa hablo a mi, no las hueas le importa a los demás, es estar con mi novia en una placida noche de verano (que mejor) beber unas copas con los amigos mediocres (que mejor).

No se que es esto, todo lo anterior es verdad claro esta, pero siempre y supongo que el lector de esta columna lo sabrá, siempre algo quema en cierta parte. Felipe dice en una columna que hay que abrazarse de un árbol, puta ya he abrazado como a diez, y hablo de Robles de Valdivia, no de árboles pencas, entonces donde llegar, que hacer cuando la adversidad se hace presente. He dicho que no escribo hace algunos meses, puede haber algo ahí, puede que sea solo un capricho (soy joven) puede que un día de estos me saque la lotería y salga muerto de la risa disparando una pistola de luz.

¿Que es la luz, luego de una noche de invierno?

¿que harás tú por mi, sin necesidad romper el cielo?

¿ que ocultamos en la manga donde guardamos esa tan preciada carta?

Gracias buenas noches.

AYER

viernes, 11 de abril de 2008 | |

Camino por las carreteras, pero no entiendo nada.
Ayer pensé en escribirle un poema, no resulto.

Lanzamiento de Carta de Ajuste.

lunes, 7 de abril de 2008 | |

Lectura de Ricardo Rovira.

AJEDREZ

jueves, 3 de abril de 2008 | |

Yo escribo, y recuerdo poemas mustios,
que no logro olvidar, a un costado del
tablero de ajedrez; en el que siempre
perdemos la partida, con un amigo
vendedor de seguros...
Que en sus tiempos mozos,
fue vigilante en la cárcel del pueblo...
Entonces del mismo modo me ataca
la nostalgia, al evocar el suicidio del
poeta Manuel Estevez, con quien en
pretéritos otoños soliamos recorrer la
ciudad aletargada; con versos bajo el brazo,
gimiendo, capitulando, para arribar a la
cantina del " Yugoslavo", continuando
allí nuestras cuitas, lidiando con el
amanecer y la existencia....
Y hoy en medio de los textos diseminados,
observo como el aura dibuja sombras,
en el murallón de enfrente, por aquel
tiempo todo era iconografias de días
memorables, que merodeaban perdiéndose,
en el registro esplendoroso de la memoria,
ahora contemplo las aspas del molino,
del ignoto reino de los pájaros, donde
atesoro revistas antiguas, cubierta de polvo

de estrellas, y signos ilegibles; y agrego
a este poema, las ficciones donde asoman
sueños extraños, asediados por una mano con
anillos verdes, amarillas zarpas, que emerge del
tablero, en el intervalo exacto en que yo y Estevez,
arremetemos la purpura columna del rey...