"las canciones mienten" sigue sonando fuerte...YEAH!!

domingo, 28 de octubre de 2007 | |

Quedan aun un par de semanas de exhibición de la expo. Para quienes no hayan ido, les pido q lo hagan con una polera roñosa con estampados subversivos, y un encendedor cargado para corear las baladas.

Saludos a todos, espero celebrar con uds. el próximo viernes mi egreso de la u……o en su defecto, pasar la amargura de la derrota. Como sea, ojala los vea ese día.

ÁRBOLES.

jueves, 25 de octubre de 2007 | |


“Si un día tienes pena
abrázate a un árbol.”
Marco Tabilo.

La vida lenta como agente contrario a la vida. El ritmo desacelerado de las personas al caminar como la blasfemia hecha actitud. La productividad y lo práctico como valores inapelables de nuestra sociedad actual. No existe duda, no hay novedad, nuestros valores son los del mercado y no hay casi nada que agregar. O casi. La verdad es que la idea de vida lenta irrita a cualquier exitoso actual, siempre cuando entendamos dicho término como equivalente a manejar un VMW, tener el puesto más alto de alguna empresa top del mercado santiagino, y pasearse por Av. Providencia de maletín y traje Zara.
Lo he vivido en carne propia. Lo vivo a diario con gente que no cumple ni un uno por ciento de sus ambiciones de éxito. Te miran y comentan como al aire “que lento eres” “tu no te apuras por nada” o simplemente “tu lentitud me desespera”. Este tipo de personas se empecina por mantener un ritmo frenético en pos de la ilusión de tener tiempo para disfrutar –tiempo libre le llaman- y que una vez llegado no son capaces de soportar. Nada de arboles, nada de nubes, mucho menos pájaros o paisajes tanteados a pie. Su idea de vivir la ciudad es sufrir en el taco de las seis y presionar a bocinazos a cualquiera que no lleve el ritmo implícitamente planteado.
Un recuerdo en especial: un semáforo en rojo cerca Irarrazaval años atrás, junto a mi padre su esposa y su cuñada vemos pasar frente a nuestro vehículo una chica de unos veinticinco años caminando lento y feliz. La chica se toma su tiempo, cruza de un lado al otro de la calle con tranquilidad y extrañamente mi padre y sus dos acompañantes se sulfuran al extremo de comentarlo con cierta rabia. Mi padre toca la bocina, aun estabamos en rojo.
La idea de celeridad como el equivalente de estar en la cima de la ola. La idea de velocidad como una sucesión de posibles inicios y finales que te permiten vivir todo en nanosegundos de tu vida. Ser todo, ser todos.
La gente lenta es aburrida y hay que esperarlos. La gente lenta no dice las cosas a la velocidad del olvido. Las palabras de las personas lentas quedan y eso es lo peor. El exitoso quiere olvidar, quiere sepultar quien fue y renacer continuamente para volver a resetearse con el mismo afán con que un niño adicto a los vídeojuegos resetea una y otra vez su juego favorito cada vez que comete una equivocación.
No hay secreto, nuestra vida hace tiempo que no es bucólica, a Teillier lo enterramos hace casi una década y el reflejo condicionado de consumirnos y probarlo todo nos hace ejecutar actos y borrarlos de nuestra memoria cien veces antes de siquiera repara que algo hicimos. Todo es velocidad, todo es un eterno zapping en el que creemos que algo mejor, en otro lugar, en otra persona, en otro momento, se nos escapa y corremos por ello sin siquiera saber que es.
Las ideas son flashes. Las ideas deben ser flashes.
Conozco personas lentas, casi todas las personas que conozco son personas lentas, reflexivas he inolvidables. Hace algunos días en el lema de presentación en MSN de uno de ellos leí la frase “todo va lento, todo va bien” y me sentí feliz. Estas personas son lentas en el habla, lentos en los movimientos he incluso en sus pensamientos, gustos y temas. Todo es repetido y ahondado desde aristas retomadas una y otra vez, mezcladas y deformadas. Estas personas que conozco, mis amigos y algunos familiares más bien, son personas de largas caminatas a toda hora y cualquier día. A ellos se les puede confiar sentimientos, son depositarias y son lo más parecido que he encontrado a un árbol, y los arboles están ahí, a la vista de todos y casi sin características en apariencia memorables, crecen lentos, cambian imperceptiblemente y en los huracanes son los únicos que indudablemente permanecen en su sitio. Espinetta lo sabe y por eso les hizo un disco, lento como ellos, imperceptible a los humanos pero amable.
Los árboles son los árboles y son personas, las personas tienen hojas en la cabeza y son amables. Los exitosos no entienden, pero ellos no son amables.

la casa de nose

jueves, 18 de octubre de 2007 | |


pecado arrogancia

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Una estudiante de Artes de la universidad C, me dice que sabe mucho mas de artes que cualquier estudiante de la universidad U.
Yo estuve tres años en la universidad U, y pase los mejores años de mi vida en tal institución, hasta que caí en una irregular situación mental y me fui, como los seres humanos suelen irse de vez en cuando, la cosa es que ahora me encuentro de vuelta en las lides estudiantiles y en la universidad C, reconozco que no me siento para nada cómodo cuando converso con alguien de la universidad C, y me dice que sabe mas que uno de U.
Puntos sobre la mesa, primeramente, en U, no existe escuela, cada profesor dispara sus petardos como puede pero los lanza y eso esta bien, en C, si hay escuela una escuela dedicada a crear casi prohombres de las artes, extraño por decirlo menos, la enseñanza en C es casi totalmente teórica, al contrario que en U, donde el fuerte es la plástica, de mas esta decir con casos buenos (como el grupo The MedioKres) y otros realmente detestables, ojala con pronta fecha de vencimiento.
Claro esta que por institucionalidad C gana por goleada, pero el tema es otro aquí se nos enseña que el teórico del arte sabe mas que el artista plástico, o quizás los propios alumnos, lamentando una pobre relación con la plástica, han tenido que crearse tan penosa “teoría”, la verdad encuentro de una patudes tremenda eso de creerse mejor, creo y así lo corroboro por el hecho de haber leído dos o tres libros mas, claro esta que también hay que saber leer, eso es lo primero.
Por otro lado esto no es el juego del “huevo o la gallina”, aquí sabemos de primera que lo plástico esta primero que lo teórico, solo hay técnicas de cómo tomar el pincel no veo para que teorizar.
Seguro estoy que las tres o cuatro personas que me han dicho aquella frase tan digna de los fanfarrones artistas de elite, no han realizado ninguna exposición seria aun y menos han escrito ya sus postulados teóricos sobre el arte, a lo que me incluyo, ocurre que a mi no me interesa en absoluto crear una teoría, no se para que tanto ego.
Claro esta que los teóricos así como los críticos así como los cronistas y como toda criatura de nuestra extraña fauna artística tiene todo el derecho a existir y a defender su trabajo su juicio y su postura, lo que no soporto es el defender lo restante las sobras de un circuito errado, aquí se defiende un sueño muerto y no de la universidad, si no del propio alumno.
Demás esta decir que me siento un total “plástico”, con algunas exposiciones en el cuerpo, algunas gestionadas en su totalidad por mi, no en circuitos mayores mas realizadas a pulso, (bolaño diría a sangre), pero con esto no quiero decir quien es mejor o quien es el mas sabio, eso me parece en verdad ridículo, a lo único que quiero llegar es a la necesidad de revocar esa extraña y a mi gusto errada idea que deambula en armas por los patios de nuestro instituto.
Me dirán, es necesario pensar, perfecto, también es necesario pensar bien y a conciencia, aunque por conciencia prefiero a Gordon Matta-Clack que a cualquier teórico que me diga, eso es eso, y si no lo es, no lo es, o aquí tiene un posmoderno y por otra manga le puedo sacar un romántico.
Creo fielmente que la teoría (la propia, la formada personalmente a fuerza de días vividos) es la mas respetable y va de la mano con una visión de gran ángulo o por el trabajo diario de cada artista o poeta, no por penosos conformismos derivados solamente de una falta de espacios, físicos o técnicos.

Ovejas al recital

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Cronicas de barsucho

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La volví a ver luego de un año, y por favor un año de putas madres, bueno la volví a ver, solo a ver.
La conocí en una bar luego de habernos juntados con algunos poetas. Recuerdo que fuimos a una peña de corte huaso de derecha, de la cual arrancamos literalmente, luego de unos vinos junto con el poeta Horacio Parra y Fidel Guerra, cada uno salio rumbo a distintos lados de la noche y como les decía ese año fue un año de putas madres y yo me fui a meter a un bar, un asqueroso bar del cual muchas beses salí arrancando o vomitando, (esa noche salí y rompí un baso), pero ciertamente esa noche entre y la encontré, no se quien me la presento, algún mutante del rock, nos pusimos a hablar ligeramente y sin reparo de nada, a lo que me dije “nada mejor”, delgada como solo las delgadas saben, trate de besarla entupidamente, dijo que primero le recitara, dijo que siempre las cosas salían mal a la primera, que no me preocupara, luego vino lo de recitar, debo aclarar que ya he recitado en publico, mas nunca a una mujer y medio borracho, aclaro que hice lo posible por salir airoso de aquella tan entupida situación, que al otro día y en buen estado deteste, pero si, recite hilé un montón de versos que con muchas ganas y memoria pude recordar, no recuerdo en absoluto el resultado de tal poemas o mejor dicho guaipe pero un guaipe con grasa y cerveza, mucha cerveza, ella lo agradeció con lo que note que estaba en un estado muy simular al mió, luego pensé en la probabilidad que ella solo se hubiera burlado de mi estupido acto (en aquel momento, “heroico”) en fin, recite lo que pude, y seguimos hablando y fumando de lo que viniera, yo me burlaba de los demás comensales, ella hablaba de Santiago, y cosas así, yo le hablaba de mi gato ella de su chaqueta. No sabia el por que la cuestión no corría como de costumbre, pensé en la posibilidad de que el amor en ciudades mas lentas como las nuestras fuese en efecto mas lento, pero ella vivía en Santiago, aunque viajaba mucho a Los Andes, y yo vivía en Valparaíso, pero aquellos días los pasaba en la misma ciudad. En fin la noche termino luego de que el bar se volvió un caos y ella se perdió y yo me quede conversando con una de sus amigas, a la cual preguntaba ¿por que se pierde? A lo que ella respondía – no se, pero que no me preocupara, que ella se quedaba en su casa y que podía ir – fantástico pensé yo, pero como cuento el bar era un caos y al parecer la chica delgada se perdió como los mas de veinte cigarrillos que compartimos, eso si, solo de forma física (lamentablemente su mejor forma) . Seguimos comunicándonos espacialmente ya sin humo ya sin cervezas ya sin ninguna excitación mas que un ridícula llamada telefónica, nunca se concreto nada, es la ley de la noche, una y nada más, y al parecer es una buena ley, abecés salía en mis poemas,(me empecine en convertirla en fantasma) y cuando por fin la vi luego de un año, me hubiera gustado decírselo, me imagino que le hubiera encantado saberlo (a quien no), pero no, y aunque se que me vio y me miro y aunque la mire y me alegre de verla y de verla tan hermosa como siempre, aunque hacia frío, ese terrible frío, que mas perece el ángel de la muerte, nunca absolutamente nunca le diré lo bella que es, y para que, si ya lo sabe, si todas lo saben…

no te escucho muy bien

viernes, 12 de octubre de 2007 | |